Lo que hago y lo que pienso.

Mis trabajos de la escuela de diseño de Altos de Chavón, mis quejas y mis aventuras mas pintorescas.

Monday, November 17, 2008

La bajada (Bajar no es nada…) Parte III

Aquí solo va una foto y está al final, lea y vea.

Ya pasó la estadía en el paradisíaco Tetero, es hora de recoger, el bulto pesa menos pero el rechín del sábado aun se siente (es lunes para el que no sepa), PA BAJO!
El primer grupo salió a buena hora, se agilizó el desayuno y las pilas estaban puestas para “la bajaita”, que al principio es subiita por que la ultima parte era bajando en la primera parte, es decir que esta vez, la ultima parte de la primera es la primera en caminarse… me enrede, era subiendo, y después bajando, que FLY!

Vamos con ganas que casa espera
Empieza el acenso hacia el Cruce, primera parada, y nos vamos medio juntos un grupito en el cual, en la primera curva se le descalabra una rodilla a una de las integrantes, dice ¡Ay, duele! Mientras le masajeo el “morao” que se avecina. Tratamos de alentarla pero la muchacha hubo que dejarla atrás, no se podía hacer nada, hay que mantener el paso.
A la larga, el grupo se fue desintegrando, a un par le fue muy bien o muy mal el salami, se fueron a mil, mientras Patricia y yo nos quedamos haciendo los mismos cuentos y quejas de la venida.

Paso el Cruce, welcome to hell
Ajá, a bajar! YAY!! A bajar, esto es fácil… yijaaaaaaa!!! Epieza Gaby a bajar, yujuuuuuu!, pasa una hora, yujuuuu! Me duelen un chin los pies pero, yujuuuuuuuu!, dos horas, mi cara cambia, un dolor extraño se avecina por los previos del tobillo, los frenos empiezan a fallar, pero hay que seguir, la casa espera.

Después que pasaron como 3 horas, el dolor estaba vivo y se dio una caminata hasta la rodilla. AY DIO SANTO, er cojo me dicen ahora, pasito a pasito, apeándome de aquellas peñas, y con la emergencia puesta, porque si la sueltas es, o la rodilla o los dientes. Yo elegí la rodilla.
Montro, no le canso el cuento, el hecho es que no me podía parar, porque si se me enfriaba la extremidad inferior derecha, Gabriel no bajaba esa loma ni arrastrado. Seguí (ya solo, ya que la cojera me dejo atrás) y encontré a un ángel en el medio del infierno. Aquella dama simpática que bailaba por doquier, si, ella bailaba mientras yo gemía como perro en perrera del dolor, entablamos una conversación y me uní a su grupo acompañado de un amigo muy simpático y su futura esposa. Esa gente me aguantaron ñoñería que eso no mandaba madre, pero luego de dos horas hablando mierquina, se jartaron, yo iba a 3 loma por hora, nada fácil, y se fueron adelante. De vez en cuando se oía una voz que decía a lo lejos, “Ta bieeen?” a lo que yo decía alto “Si” y bajito, “Ay coño eto si duele”.


Pero la bajada sigue
Cuando yo ya pensaba que no había más que bajar, fue que me informaron que ahora era que venía la parte más empinada… se podrán imaginar mi cara verde queriendo enterrarme allí mismo. Amigo, esa vaina si duele. Si usted lector es hombre imagínese que le cojan un grano y se lo aprieten por 3 horas pero que se lo vayan chocando con una canica cada 20 segundos… nada fácil e. Y usted mujer, que me muerdan una teta y le den rokitoki en el pezón, es algo así, pero de verdad.

Yo pensaba que yo era Rambo, el delirio me dio con eso, imagínate, esa sobredosis de monte y con dolor, con quien más te identificas… el hecho es que baje mi asunto casi llorando y llegué hasta los tablones “arañando” con un maldito chino al lao, que deberían freilo en su mimo pica pollo. Ese foking chino de mierda me vio patinando en un lodazal agarrándome la rodilla y gritando, y se quedaba mirándome, el espectáculo Gabriel, el chino Tarantino que se cura con el dolor, y no se queda ahí, el chino me ve cruzando el puente de los tablones, que sabemos las condiciones, gritando como un muchacho (porque yo era Rambo, había que llega) y el chino se para y se voltea a ver como lo cruzo, como me puedo bajar de aquel peñón con una pierna, pues mientras yo también lo miraba y le mentaba la madre, me deslice por entre las piedras, revolcado entre ellas hasta que crucé, después de ahí el Rambo se volvió Barney y me apendejié, dije “aquí espero yo un mulo”. El chino ya se había ido, ya se había reído, hijoeputa.

Pero el paraíso bajo en mula y se me fue adelante
Justo en el “plateau” de mi crujía y mi intenso dolor, recién cruzado el puente de las maravillas y subida la pendiente que te lleva a la caseta en los tablones, se escucha una voz alegórica al lugar que dice: “Ute e Gabrieiii?” y yo digo, si, me dice “a ute le dejan una mula separada aki”, CHAAAAAAAAAAAAAAN el cielo se abre y veo plumas de angeles caer, y me ayudan a montar y empiezo a cabalgar, pero no se de donde sale la mula, quien sería el genio pregunto, a lo que me contesta que fueron los samaritanos que se tiraron dos horas de mis chistes malos por el angosto camino de la cotorra. Les debo una, de verdad que si, pueden contar conmigo. Al rato, por lógica los rebasé y dije gracias mil veces, luego la bailarina me humilló, ella quería llegar rápido y salió corriendo… CORRIENDO, después de 8 horas caminando, yo no podía dar un paso y ella iba corriendo!! Coño, CORRIENDO! Pero na.
El hecho es que llegué, lo único que Rambo se comió fueron 4 KM, para que no digan que no lo bajé, si, yo fui muy estúpido, lo bajé, debí hacer lo contrario las primeras 6 horas debí venir en el mulo, lo otro caminando , pero era tarde, ya estaba cojo y jodío.


Y así acabó un fin de semana inolvidable. ¿Algún día volveré a ver el Tetero? Es la pregunta que todo el novato, como yo, se hace al bajar con los frenos quemados. Por el paraíso que es, si, vuelvo. Vale la pena.


No volví a ver el maldito chino.

2 comments:

Paloma Ruiz Ceballos said...

buuuuuuuuuuuueno!!! cualquiera lo piensa ir para el tetero :s y a ver si en la próximo no bajas en mulo, porque no tiene merito :P

Unknown said...

ajajajajaja que cuerpo papi!!!!