Lo que hago y lo que pienso.

Mis trabajos de la escuela de diseño de Altos de Chavón, mis quejas y mis aventuras mas pintorescas.

Friday, August 1, 2008

Los pasadías del dominicano

El que va a una oficina pública, es de pasadía, no hay forma (legal) de hacer una diligencia en un "par" de horas.

Entre la ineficiencia, el hambre del desayuno, las oraciones al Señor y la charla sobre la noche anterior, la persona que se dirige a una oficina pública tiene que adaptarse a todas las acciones que quiera ejecutar el "servidor" antes de ser atendido (¡casi obligado!) por un representante del gobierno de nuestro país. Ya lo último que he visto - en la AMET - es que hay que escuchar La Palabra predicada por la señora que cobra las multas, antes de empezar a prestar sus servicios, y no solo eso, ella habla con cada uno de los multados para saber cual es su caso, "añoñarlo" o convencerlo de que hable con el magistrado, y luego se sienta en su lugar a "hacer su trabajo".

Aunque no se puede quitar crédito. Mal que bien, están organizados.

La segunda parte de la película de 3 horas y media fue cuando subí a cojer la charla. Hay un horario para ellas (ya dije que eran organizados) y una "confortable" sala de espera en la entrada/salida de un parqueo del edificio, donde se escuchan los mejores cuentos y se ve el respeto que cada uno de los oficiales de AMET le tiene a sus superiores al pasar por allí cuando hacen su reverencia.
Luego se sube al 4to piso, donde hay dos puertas, una dice NO PASE, pero todo el mundo pasa, no lo comprendí, pero en fin, obedecí, fui donde me dijeron. Al Aula C (a la escuelita).

He aquí la mejor parte. Empieza la charla con estas palábras: "La charla dura dos horas, pero si vemos y ponemos atención a los videos, no es necesario darle esa charla tan larga, al final es lo mismo, lo importante es que pongan mucha atención". Todos contentos aplauden la acción de la oficial que comprende que el tiempo vale "algo". Ya hemos visto dos videos cuando llega Judas vestido de mujer, una señora de 50 y tantos. El video descibe las velocidades máximas para los conductores en España... ¡EN ESPAÑA! exclama la señora, "Yo estoy en República Dominicana" (nos dimos cuenta). La amable "profe" dice, "erhmm... vamo a dal la challla". El instinto asesino es inoloro, pero ahi hedía a muerte. ¿Cómo no matar a la señora? Bueno, es un recinto de oficiales, por eso no se podía. En fin. No los canso. Salí a las 12 del día y esto significa la mañana perdida, en un país, que para mejorar debe producir noche y dia. Sólo me queda la noche.

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